Minutos en silencio

jueves, 6 de marzo de 2014

Un pasado casi borroso

Vagando por las calles inhóspitas de mi inocencia,
me crucé con mi niño interior intentando pasar desapercibido.
Dije inconsciente '¿A dónde vas muchacho? No creo que ese sea el camino'.
'Lo siento, pero no hablo con desconocidos' susurró con sentencia.




Qué de verdad afloraban sus palabras...
pues aunque son los mismos ojos los que observan,
no es la misma sinceridad en la mirada,
ni las nubes que me daban envidia mientras planean,
se paran a buscar formas dentro de nuestras almas.
No, no somos los mismos que antes vivían enamorados,
ahora nos enamoramos para que el dolor nos recuerde,
que sí, que seguimos perdiendo ese fluido dorado,
que se va con el baile de las agujas que parecen querer
tropezar con la eternidad para seguir a nuestro lado.
Eterno, en verdad lo único eterno en mi reflejo,
es ese niño alegre intentando escapar de la deuda,
que debemos pagar cuando de golpe crecemos
que no es otra que volver nuestra sonrisa muda...
cuando descubres, que la vida no es algo tan perfecto.

miércoles, 26 de febrero de 2014

Buenas noches, vida

Buenas noches dolor,
creo que ya no existo,
creo que ya no escribo,
solo sangro, como de hojas se desprende el otoño.

Buenas noches odio,
creo que me quemas,
creo que me dejas,
a expensas, de pedirle explicaciones a un efímero dios.

Firma mi esquela,
y ese será mi recuerdo,
y ese será mi miedo,
y la muerte no me consuela.

No, no nos sobran la fuerzas
y por mucho que tengo los pies en el suelo,
mi mente salta por los sueños,
y no vuelve a cumplir sus verdaderas metas.

Y por muchas luces ahí fuera,
sigo en la oscuridad de estar tan cuerdo,
que la locura no remedia el reflejo,
de sentirme solo en un mundo a expensas,
de un cambio que no llega,
y que no ven ya que el duelo va por dentro,
que no hay ángeles en mi cabecero,
velando por mi vida, por lo menos, no en esta.


jueves, 20 de febrero de 2014

Paradigmas de un pasado borroso

A veces me sentí tan loco y tan cuerdo,

a veces me entendí tan poco y ni me acuerdo.

A veces te mentí roto, y ya ni duermo,

puede que mi vida sea mía y es lo único que tengo.

lunes, 10 de febrero de 2014

El reflejo del mundo desde mi ventana

Había sencillez en sus pupilas,
casi tanto como cuando desde dentro,
todo se acalla al goteo,
cuando nos intenta hablar la lluvia.
¿Qué dice?, quizás que la soledad tirita,
esperando ese verano imperfecto
en el que olvide tu cuerpo,
y vuelva a sus brazos limpiándome las lagrimas.


Desde aquí se ve el cielo, cerrándose avergonzado cada tarde,
¿Qué será lo que vió en nuestra ventana?
Después la Luna se viste con su traje de gala,
embaucando al gato que se tambalea por la calle.
Él no siente el amor que en mí arde,
o que ardió. Debería gritarla con ganas
como si ella quisiera escuchar sus palabras,
pero no hay sonrisa para el felino cobarde.


La noción que aquí tenemos del tiempo,
no será la misma para el que sueña tras las rejas,
pues aunque el necio cierre las orejas
las palabras hieren y no se purifican con fuego lento.
Qué sabemos nosotros de libertad sin alzar el vuelo,
porque nos comparamos con esas frases envueltas,
en una realidad que nunca será la nuestra,
pues las palabras, por desgracia, se las lleva el hielo.


Aun así aquí sigo,
observando todo con cierta calma,
con la que debía haber sido mi dama,
pero de la que ya solo queda un leve silbido.
Así que dinos, duda, cuál es el camino,
déjame que busque mas allá de su alma
que encuentre la llave que abre la caja,
y nuestra propia Pandora, será lo que nos haga estar vivos.




¿Qué es en sí el poeta?

¿Qué es en sí el poeta?
Sino el vano reflejo del abismo,
o la cerradura de la puerta,
hacia el desconocido interior.
¿Qué se considera en sí el poeta?
Sino una lucha entre si mismo,
por escupir lo que le atormenta,
disfrazando al dolor con erotismo.


Ser poeta es más que metáforas,
símiles y versos esqueléticos,
en un intento suicida de dar forma,
al pensamiento que recorre tu ático.
Ser poeta es ver belleza en cualquier rincón,
en la muerte, el odio, la nostalgia,
la duda, el desamor, el pesimismo,
la suerte, el olvido, la distancia,
el defecto, la eternidad, en tu instinto.


Ser poeta, es gritarte, que lo estás jodiendo
pero seguir por ver el paisaje que depara el camino,
ser poeta es por encima de todo no serlo,
es la enfermedad sin cura, es sonreír aun sin animo.
Es la maldición que todos quieren, menos quien la tiene en su cuerpo.
Ser poeta es mentirte cada segundo, pues el mundo al que escribimos,


carece de esa belleza que vemos en todo, desde hace tiempo.

martes, 4 de febrero de 2014

El Silencio

Percepción idónea hacia la inspiración,
esas miradas se gritan sin alterarte,
el tiempo ante tu paso dice adelantarse,
y recorres hasta hundir en ti mi habitación.

Incomodo en momentos cuál fuego ardiendo
en el interior, necesario, como luz incandescente
sin palabras mejores no deben romperte
aunque el necio lo intenta, a veces yo lo entiendo.

Dueles, como me duele la vida,
como duele bailar tu música con soledad
o como el odio que nos acaba infectando la herida.

Aun así ahí sigue tu silueta,
"Silencio, ¿Cuál es el precio que nos encerró?"
y silencio contestó: "A veces no tenerme es la condena".


lunes, 27 de enero de 2014

Último verso, último peso

Oportunistas buscando el perdón del recuerdo,
pero... ¿Es capaz de perdonar la mente?,
aquello que se pega al alma fuerte, 
y que cuando te das cuenta, pasa a ser más que un verbo. 
En qué momento abandonamos la cordura para perdernos, 
como si de un pájaro semi-libre fuese, 
y estuviera en sus alas ver más allá del árbol que le protege, 
o eso cree él, sin saber que su llave es el cielo. 
Y el ego, perspicaz de las recaídas de su dueño, 
hace sentirse al hombre poderoso ante su gente, 
incluso creyendo poder vivir en soledad permanente, 
pero el corazón necesita amor tanto como sueños. 
Pues, al fin y al cabo, somos seres de sueños nuevos, 
que abandonamos por no ser conscientes, 
de que nuestra luz es superior de lo que ésta carece, 
y de que más que cabeza, hay que echarle huevos. 

Lucho, y sigo, creyendo estar vivo, 
y puede que lo este después de todo, 
pero mientras siga oyendo el latido, 
sé que esa ventaja que cree tener la muerte, 
no será nada, pues el eco, irá a su ritmo.